BERRIOZARGADFEL.
   
  EL ORIGEN DEL HOMBRE. - BerriozarGadfel.
  Hominidos.
 
Los Hominidos.



 
Ardipithecus ramidus:
 
Ardipithecus ramidus es una especie fósil de homínido, probablemente un hominino (primate bípedo) y quizá un primitivo ancestro del hombre. "Ardi" significa suelo, ramid raíz, en la lengua (amhárico) del lugar donde fueron encontrados los primeros restos, (Etiopía), mientras que "pithecus" en griego significa mono.
 
Se caracteriza por:
  • Altura: 115 cm - 120cm[4]
  • Peso: 27 kg
  • Volumen cerebral: 350 cm3
  • Dimorfismo: ?
  • Base del cráneo: Alargada
  • Orificio occipital: Posterior
  • Prognatismo: prominente
  • Dientes: Entre Hominino y simio antropomorfo
    • Incisivos: Grandes
    • Molares: Cuadrados
    • Caninos: Forma de diamante
    • Esmalte: Fino
Australopithecus:
Australopithecus (del latín «australis», del sur, y del griego «πίθηκος» pithekos, mono; castellanizado, australopiteco) es un género extinto de primates homínidos. Vivió en África desde hace algo más de 4 millones de años hasta hace unos 2 millones de años, del Zancleaniense (Plioceno inferior) al Gelasiense (Pleistoceno inferior). La mayor novedad aportada por los australopitecos es que se desplazaban de manera bípeda. El tamaño de su cerebro era similar al de los grandes simios actuales. Vivían en las zonas tropicales de África, alimentándose de frutas y hojas.
 
Homo habilis:
 
Homo habilis es la especie más antigua del género Homo. Vivió aproximadamente desde 2,5 hasta ca. 1,44 millones de años antes del presente, al comienzo del Pleistoceno. Su nombre significa "hombre habilidoso" y hace referencia al hallazgo de instrumentos líticos confeccionados por éste. Se han realizado estudios detallados de los restos óseos de sus manos para verificar si realmente sería posible que este Homo los hubiera realizado. Los científicos concluyeron que era capaz de prensión de agarre para realizar las manipulaciones necesarias en la fabricación de utensilios de piedra; probablemente, era carnívoro oportunista.
Las principales características son las siguientes:
  • Cráneo más redondeado.
  • Incisivos espadiformes.
  • Molares grandes y con esmalte grueso.
  • Ausencia de diastema.
  • Foramen magnum(hueco occipital) ubicado más hacia el centro.
  • Rostro menos prognato que los australopitecinos.
  • Incisivos más grandes que los australopitecinos.
  • Cara corta.
  • Dedos curvos de pies y manos: lo que indicaba que aún utilizaban los árboles.
  • La posición bípeda en las hembras provoca una reducción de la pelvis que tiene como consecuencia un adelanto de los partos (lo cual implica prematuración del neonato, un mayor tiempo dedicado a la crianza y así la necesidad de mantener vínculos sociales fuertes que potencialmente coadyuvan al desarrollo de una cultura).
  • Mayor capacidad craneal 650 cm³.
 
Homo Ergaster:
 
Homo ergaster es un homínido extinto, propio de África. Se estima que apareció hace unos 2 millones de años, y desapareció hace 1 millón de años.
Homo ergaster, procede probablemente de Homo habilis y es básicamente la versión africana de Homo erectus, del que es antecesor. Algunos especialistas consideran que pueden haber sido una única especie, debido a su gran parecido anatómico, en cuyo caso tendría prioridad su denominación como Homo erectus, pero parece asentarse la aceptación de dos especies diferentes.
Homo ergaster tiene un cráneo menos robusto y con toros supraorbitales menos acusados que los Homo erectus asiáticos, y se asocia, en sus comienzos, a la Industria lítica olduvayense o modo 1, para luego pasar a la achelense o modo 2.
A excepción del cráneo, tanto Homo erectus como Homo ergaster tienen una constitución física bastante parecida a la del hombre actual, siendo similar en estatura, aunque en general son de complexión más robusta y fuerte, y tienden a ser algo más anchos de caderas. Las proporciones de piernas y brazos, ya son también totalmente modernas.
Se especula que H. ergaster pueda ser el primer homínido con capacidad para el lenguaje articulado; sin embargo la estructura de las vértebras del niño de Nariokotome parecen refutar tal hipótesis
Homo Erectus:
El Homo erectus es un homínido extinto, que vivió entre 1,8 millones de años y 300.000 años antes del presente (Pleistoceno inferior y medio). Los H. erectus clásicos habitaron en Asia oriental (China, Indonesia). En África, se han hallado restos fósiles afines que con frecuencia se incluyen en otra especie, Homo ergaster; también en Europa, diversos restos fósiles han sido clasificados como H. erectus, aunque la tendencia actual es a reservar el nombre H. erectus para los fósiles asiáticos.
Era muy robusto y tenía una talla elevada, casi 1,80 m de medida. El volumen craneal era muy variable, entre 800 y 1200 cm3 (la media fue aumentando a lo largo de su dilatada historia). Poseía un marcado toro supraorbitario y una fuerte mandíbula sin mentón, pero de dientes relativamente pequeños. Presentaba un mayor dimorfismo sexual que en el hombre moderno.
La industria lítica que producía pertenece principalmente al Achelense y probablemente conocía el uso del fuego.

Homo Antecessor:

Homo antecessor es una especie fósil perteneciente al género Homo, considerada la especie homínida más antigua de Europa. Tiene más de un millón de años de antigüedad (Pleistoceno Inferior). Eran individuos altos, fuertes y con rostro de rasgos modernos, aunque su cerebro era más pequeño que el del hombre actual.
La definición de esta especie es fruto de los más de ochenta restos hallados desde 1994 en el nivel TD6 del yacimiento de Gran Dolina en la Sierra de Atapuerca. De acuerdo con sus descubridores, entre los caracteres anatómicos de estos homínidos cabe destacar un conjunto de rasgos muy primitivos en el aparato dental, que llevaron a establecer una relación entre éstos y los homínidos africanos del Pleistoceno Inferior. Una mandíbula muy bien conservada de una mujer H. antecessor, de entre 15 y 16 años, recuperada del yacimiento de la Gran Dolina tiene similitudes muy claras con las del Hombre de Pekín (Homo erectus), lo que sugiere un origen asiático de H. antecessor. Sin embargo, el patrón de desarrollo y erupción de los dientes es prácticamente idéntico al de las poblaciones modernas.
La morfología facial es similar a la de Homo sapiens, con orientación coronal y ligera inclinación hacia atrás de la placa infraorbital que determina la presencia de una fosa canina muy conspicua. El borde inferior de esta placa es horizontal y ligeramente arqueado. El arco superciliar es en doble arco y la capacidad encefálica, estimada a partir de un fragmento incompleto de hueso frontal, indica una cifra superior a los 1.000 cm³. La morfología de la mandíbula recuerda a la de ciertos homínidos muy posteriores, del Pleistoceno Medio, de la especie Homo heidelbergensis, como los de la Sima de los Huesos, también de Atapuerca. El esqueleto postcraneal indica una cierta gracilidad en comparación con la mayor robustez del Hombre de Neanderthal de la segunda mitad del Pleistoceno Medio.
En la actualidad, la validez de esta denominación como especie diferente es defendida por sus descubridores y otros expertos, que consideran que H. antecessor precede a H. heidelbergensis y por tanto es también antepasado de H. neanderthalensis; sin embargo, parte de la comunidad científica la considera una simple denominación, no específica, para referirse a restos encontrados en Atapuerca, que ellos asignan a la especie H. heidelbergensis o bien, la consideran una variedad de Homo erectus/Homo ergaster.
En marzo de 2008 se han dado a conocer nuevos restos de Homo antecessor, concretamente parte de una mandíbula de un individuo de unos 20 años y 32 herramientas de sílex de tipo olduvayense (modo 1), datados en 1,2 millones de años de antigüedad, lo que hace retroceder considerablemente la presencia de homínidos en Europa. Los restos fueron hallados en 2007 en la Sima del Elefante, yacimiento situado a unos 200 metros de la Gran Dolina.    

Homo Heidelbergensis:
 
El Homo heidelbergensis (apodado "Goliath") es una especie extinta del género Homo, que surgió hace más de 500.000 años y perduró al menos hasta hace 250.000 años (Pleistoceno medio). Eran individuos altos (1,75 m) y muy fuertes (llegarían a 100 kg), de grandes cráneos (1.350 cm³) muy aplanados con relación a los del hombre actual, con mandíbulas salientes y gran abertura nasal. Se le dio el nombre porque los primeros fósiles fueron descubiertos cerca de Heidelberg (Alemania).
Hace aproximadamente medio millón de años se empezaron a gestar los rasgos morfológicos que en unos cientos de miles de años dieron origen al neandertal. Los pre-neandertales u Homo heidelbergensis mostraban una creciente corpulencia física, expresada en el aumento de la talla, 1,75 a 1,80 metros y cerca de 100 kg de peso (media masculina). Las mandíbulas también poseían una gran fuerza y robustez a causa del estrés al cual eran sometidas.
El conjunto de estos fósiles revelan un homínido con un cráneo más "inflado" que el de ningún H. erectus/H. ergaster, aunque todavía posee arcos supraciliares. La parte trasera del cráneo es más redondeada que en H. erectus/H. ergaster, y las mejillas son infladas, como en los neandertales, aunque la cara es más plana. Su capacidad neurocraneal no dista mucho de la del hombre moderno, rondaba los 1.350 cm³. Otro parecido con el Homo sapiens actual era su aparato fonador. Esto dio a pensar que el lenguaje, entendido de una manera quizás diferente a la actual, ya estaba presente en estos grupos.

 Homo Sapiens:

Los seres humanos constituyen, desde el punto de vista biológico, una sola especie animal: Homo sapiens. Son también llamados genéricamente hombres, aunque ese término se aplica también específicamente a los individuos de sexo masculino.[1] Sus capacidades le permiten aprender o utilizar matemáticas, escritura, conocimientos científicos, tecnología y estructuras lingüísticas complejas, lo que lo convierten en un ente muy social, capaz de concebir, transmitir y aprender conceptos totalmente abstractos. Hasta lo que hoy se sabe, ha sido el único organismo terrícola en visitar otro cuerpo del sistema solar; es decir, la luna.
En el pasado, el género Homo fue más diversificado, y durante el último millón y medio de años incluyó numerosas otras especies. Desde la extinción del Homo neanderthalensis, hace 25.000 años y del Homo floresiensis, hace unos 12.000 años, el Homo sapiens es la única especie viva del género Homo que aún prevalece en el tiempo.
Hasta hace poco, la biología utilizaba un nombre trinomial Homo sapiens sapiens para esta especie, pero más recientemente se ha descartado el nexo filogenético entre el Neandertal y la actual humanidad,[2] por lo que se usa exclusivamente el nombre binomial. Homo sapiens pertenece a una estirpe de Primates, los hominoideos. Evolutivamente se diferenció en África y de ese ancestro surgió la familia de la que forman parte los homínidos.
El ser humano prácticamente desconoce los alcances y destino de nuestra propia especie. Filosóficamente, el ser humano se ha definido y redefinido a sí mismo de numerosas maneras, otorgándose de esta manera un propósito, ya positivo, ya negativo, respecto de su propia existencia. Existen diversos sistemas religiosos e ideales filosóficos que, de acuerdo a una diversa gama de culturas e ideales individuales, tienen como propósito y función responder dichas interrogantes. Los seres humanos tienen la capacidad de ser conscientes de sí mismos así como de su pasado; saben que tienen el poder de cambiar, crear y destruir muchas cosas. En función a esto, han creado diversos códigos o sistemas morales relacionados directamente con estas conductas. Además, pueden además estar conscientes de responsabilidades y peligros provenientes de la naturaleza así como de otros seres humanos.
 
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